Hace unas semanas, sentí una especie de “crisis de escritor” (entiendo que como pasatiempo y potencial terapéutico he encontrado en la escritura una musa y medicina). Sentía que lo que escribía ya no tenía emoción, le faltaba alma, me costaba expresarme. O por lo menos, así lo veía, sentía que había perdido el empoderamiento de magia que había surgido a partir del blog.
Preocupada, comencé a comentarlo con mis amigos, de que tal vez todo fue la emoción de los primeros artículos y que, si era así, era momento de cerrar todo el proyecto. Luego vi que era mi ego hablando, estaba usando una medida de rendimiento como norte y la misión del blog estaba pasando desapercibida.
Había leído artículos de figuras de páginas webs que me inspiraban, donde siempre mencionaban la disciplina como medio para continuar los proyectos de distinta índole, desde académicos hasta creativos. Así que comencé por allí, entre finales del año pasado y comienzos de éste me dije: Mí misma, es hora de asignarle un día a escribir.
Los sábados comenzaron a convertirse en un ritual de intimidad personal.Una noche para ver una película, leer sobre filósofos, buscar charlas en YouTube (deben ver Shots of awe), escuchar jazz y dejarme llevar por el swing de mis emociones, pensamientos y fantasías.
Recién hace días entendí e hice consciente, que esos espacios de los sábados se convirtieron en mi burbuja y mi templo. Un espacio para cultivar luz. Sin darme cuenta, me convertí en una guardiana de esa noche, bastante celosa con ese tiempo.
Pude ver que inicialmente, lo que era una noche para un proyecto, se transformó en una noche de amor propio y respeto a mis ideales. Comencé a ser paz, una armoniosa paz que me llenaba el ser. No estuvo luego en una mesa de discusión.
Luego de unos meses, mi cuerpo en modo automático buscaba el piano de Ludovico, el jazz de Count Basie o Ella Fitzgerald para iniciar ese estado de paz. Luego el ritual continuaba con trova, o tal vez una copa de vino. Posteriormente, todo fue convirtiéndose en algo más purificador, sin acompañantes (espirituosos), más que las palabras y yo.
La revelación sorpresiva fue que en el momento de conversión de las ideas que vagaban en su mundo a palabras permiten la sensación embriagadora de libertad te permite flotar en tu propia verdad.
Retrocediendo un poco, creo que es necesario un poco de contexto:
Me sentía un poco bajoneada estos días, porque tenía la sensación de haber perdido la magia en mi escritura, y tan solo pensar que fue algo fugaz me dio pesar. Pero, el punto es que, el atrevimiento a reconocer toda la situación permitió recordar que todo el proyecto de almafloreciente.es es que me fue el catalizador para el empoderamiento de la magia.Porque sé que se podría interpretar como algo sencillo, ¿Qué tanto implica cerrar una página? Solo que el motivo detrás de esa propuesta, es abandonar las cosas cuando no salen fácil, me prometí no huir ante la presencia de un obstáculo y hoy no planeo romper esa promesa. Así que abro una invitación a reflexionar, en la importancia de la paciencia y tolerancia a procesos.
Volver a creer en la importancia del estado de transición, en la luz de las palabras, en la sanación desde la vulnerabilidad. Estaba perdiendo el foco: atreverse a entrar en aquel proceso que nos duele nos da el acceso a recuperar nuestro esplendor, nos abre la puerta nuevamente al empoderamiento de la magia.
Toda esta “crisis” asomó a la ventana la amenaza de mediocridad.
Pero como muchas cosas, los problemas los creamos nosotros, con una visión personal empañada. Al discutir posibles opciones sobre el blog, en la búsqueda para innovar... Recordé que esas ideas eran parte del proyecto: recordarme la importancia de confiar, de fluir, de hacerlo diferente, de enfrentar las situaciones y sus emociones para sanar.
El momento de epifanía llegó...
Al internalizar que debemos creer en nuestro fuego interior, antes que nadie, en el espíritu que se decida tener para seguir avanzando, en la magia que está en el universo fluyendo esperando a que decidamos integrarla en nuestra vida, en la magia que está en nosotros esperando a que nos empoderemos de ella y sigamos reclamando nuestra fe en nosotros, sigamos encontrando(nos), siga encontrando(me).So, who cares if I’m not perfect? (Sip, eso me lo digo a mí misma, porque uno es su peor juez y verdugo) Sin embargo, se busca seguir trabajándose, continuar evolucionando, y es probable que en el camino la excelencia no siempre esté en el trono, pero es "mejor hecho que perfecto".
Se aplaude y celebra cualquier resultado, si no se obtuvo el trofeo, se obtuvo la experiencia. Una pastilla de optimismo y humildad siempre viene bien.
Todos tenemos nuestro fuego interior esperándonos
, ese sueño que da chispa a la mirada, que cuando hablamos de esa idea nuestro lenguaje corporal cambia, nuestro tono de voz se eleva, comenzamos a brillar y a soñar despiertos. Dentro de mis cosas favoritas está escuchar a las personas en su zona de luz, hablando de sus pasiones, explicando apasionadamente de sus sueños.Mi punto es que, no deberíamios permitir que nuestro héroe interior se duerma, debemos evitar que nuestra llama interior se apague. Es nuestro compromiso con nosotros seguir avanzando.
Vamos a dejarnos seducir por un fragmento de "No te rindas" con las palabras de luz de Benedetti: “aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque la vida es tuya y tuyo también el deseo.”
Podemos darle pasión a la vida. Hacer cosas que nos hagan vibrar, que la electricidad sustituya a la sangre, que te llene de fuerza que jamás creíste tener. Que te puedas decir QUIERO HACER ESTO DURANTE TODA MI VIDA desde el enamoramiento que tienes.
Ante un pequeño bloqueo, hago un depósito a la cuenta de la fe personal, y decido seguir. Porque escribiendo encontré otra fuente de alegría. Mi corazón halló otra cascada de pasión. Me he enamorado de nuevas cosas en la vida... Me ha hecho sentir viva.
Tengo la firme creencia de que todos al tomar el timón de nuestra vida, el fuego del ser nos da la fuerza para seguir, alimenta la chispa, para darnos calor y luz, ante una noche fría y desoladora. Creo en el potencial particular de las personas, y que a veces es cuestión de redireccionar la brújula, o mejor dicho, preguntarse ¿Hacia donde apunta mi brújula? Y atrevernos a escuchar lo que tenemos para decirnos.
Es momento de escuchar a nuestra brújula y ¡EMPODERARNOS DE NUESTRA MAGIA!
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Comentarios 1
La magia está hija en encontrarse con Dios, en tener esa fe que estamos en este mundo para un qué ? siempre que pierdas que nada te.satisface, baja y encuentra en el silencio de tu mente, esa voz que te dice Ten fe te tengo tomada de mis manos… le pasó a Jesús cuándo faltando dias para cumplir su misión en el monte de.los olivos hizo oración y le dijo al Padre… “si es posible que no tome este caliz amargo pero que no se haga mi voluntad sino la tuya.. hasta Jesús sintió ese “down”todos en muchos momentos sentimos ese bajón, pero en la fe en la fuerza de creernos a nosotros mismos está en levantsrse y seguir adelante….